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Más allá del silencio: Lo que el "Mudo" dice, se refleja en sus actos

Crónica de un lenguaje Constructivo mal hablado

El lenguaje del "Mudo"

Elesbán Prada Pazo

Publicado: 2015-03-30

Si bien es cierto, los primeros meses de gestión son siempre los que la población y candidatos de oposición, brindan como "tolerancia" y "ventaja" de mostrarse y trabajar tranquilamente al candidato ganador en algún proceso electoral, este no ha sido el caso del señor Castañeda Lossio. Y no parte tanto por el hecho que se haya generado una oposición, que busque el más mínimo error o busque algún tipo de revanchismo político inmediato, ha partido esto por la precaria calidad de administración y gobernabilidad técnica y política en el Municipio de Lima, bajo la mayoría que representan sus regidores y el alcalde Castañeda. 

Para empezar se ha caído en el repetitivo síndrome y error político, del:" Yo haré lo que debiste hacer y criticaré lo que tú no hiciste", ante esta situación nadie puede negar que hubieron cosas mal hechas y también cosas buenas en la gestión de la señora Villarán, pero nunca tanto como para desconocer los proyectos que se dejaron en vía de ejecución y última instancia de organización para su desarrollo e imponer las ideas que de por sí, dejan muy mal parado al equipo técnico del señor Castañeda.

Nadie puede negar la capacidad de decisión que tiene el señor Castañeda, ni el carácter que tiene para hacer alguna obra, pero no ha hecho hasta hoy lo que se esperaba hiciera, teniendo como respaldo más del 50% de la población limeña. Quizá llegando al año, se hayan corregido errores que ahora son criticables e inaceptables. Está muy presente en ellos, un fuerte carácter de improvisación y panorama político de ser el más "capaz" frente a su predecesora. Pero no se puede permitir que no se haya entrado a gestionar y administrar lo público con un plan técnicamente viable y ajustado a las realidades que tiene la Lima de hoy. Ya no es simplemente tener carácter político, ahora va de la mano un equipo técnico que respalde lo que se dice, que de un soporte de confianza y consistencia a cada proyecto que se plantee, debata y ejecute.

Lo más criticable es, los cambios repentinos y bruscos de los planes ya acordados, recurrir al más mínimo recurso para hacer "legal" o "viable" la propuesta que se impone ante un proyecto, un atropello totalmente sin tener en cuenta lo ya trabajado en base a ello, hacer un estudio para su permanencia, reforma o cambio total de dicho proyecto, pero simplemente han sido sesgos políticos los que han llevado al señor Castañeda a decir: "Esto se hace o se hace".

Se carece de un plan de gobierno integral, que pueda estar sujeto a modificaciones y con el carácter inclusivo de propuestas ajenas a las que ya se van planteadas a debatir y aprobar en el Concejo Municipal. 

Se requieren propuestas en lo cultural, que no simplemente se quede en eventos populares sino que se vaya más allá de solo despintar murales artísticos, que vaya más allá de los festivales musicales, que se haga un trabajo integral de toda muestra de Cultura que ha podido congregar Lima en toda su vida como capital de un país tan heterogéneo y universal en temas de Cultura.

Se necesita hacer un estudio a mediano y largo plazo respecto al transporte en Lima. Tenemos que ser críticos, objetivos y decididos a trabajar este tema en espacios muy amplios, de participación de las partes involucradas y con propuestas bien elaboradas que podrán ser debatidas, modificadas y viabilizadas, en la medida que se piense en el mayor bienestar de la población.

Más allá de Río Verde, más allá de la flexibilidad que se le da a los resultados nefastos del caos vehicular del transporte público en Lima, más allá del "boom constructivo" que se nos viene con Castañeda, más allá de eso, nunca hay que dejar de tener memoria crítica y constructiva frente a este tipo de casos de ingobernabilidad. La Lima de hoy no es la Lima que estaba ansiosa de obras y que dicha demanda la cubrió Castañeda, la Lima de hoy necesita de lo técnico y lo político para afrontar excesos y defectos que se trae la población de la capital que ha despertado en aras de velar por las acciones que tome el gobernante.

Con el doble de desaprobación para Luis Castañeda Lossio pasando de febrero a marzo, el escenario no es el más idóneo con el que se pudiera haber empezado una gestión ganada, desde lejos, con un amplio 50.7% de votos válidos en Lima Metropolitana. Su alta desaprobación se ha dado en tan solo 3 meses de haber asumido el cargo y de haber llegado como el "Mesías" de las obras y la calidad de gobernabilidad en el Municipio limeño se podría poner en riesgo si solo nos estancamos en el ámbito de una política en mala praxis.




Escrito por

Bryan Elesban Prada Pazo

Politólogo por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos- Lima- Perú.


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